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Transformando residuos en energía: los gases verdes

Te voy a contar el secreto de mi transformación a CaldeGreen, y como se obtiene mi energía renovable favorita.

Los gases verdes son el combustible que se obtiene a partir de fuentes renovables. Principalmente son dos, el biometano y el hidrógeno verde.

El primero de ellos, el biometano, tiene su origen en el biogás. Producido por la descomposición de restos orgánicos, como residuos de alimentos, plantas o animales, depuradoras de agua residuales…. Este biogás lo purificamos, eliminando las impurezas y obteniendo biometano, un gas verde equivalente al gas natural fósil pero de origen renovable.

De biomasa a biogas

El proceso, sin embargo, requiere de algo más de explicación. En lugar de dejar que los desechos se descompongan al aire libre y contribuyan a la emisión de gases de efecto invernadero, se trasladan a instalaciones y plantas especializadas con depósitos cerrados y sin oxígeno. Allí, las bacterias descomponen de forma natural esos residuos, generando lo que conocemos como biogás (uno de los gases verdes).

Pero, para que este gas verde pueda circular por las mismas tuberías de gas natural que llegan a nuestros hogares, primero hay que depurarlo. Al final de este proceso de purificación, el gas verde es prácticamente igual al gas natural (fósil) en su composición.

De este modo, una vez depurado, puede entrar directamente a la red de distribución de gas y llegar a nuestras casas de la misma forma que el gas tradicional, a través de la distribuidora de gas que se conecta a tu caldera, contribuyendo así a la economía circular y a la reducción de emisiones contaminantes.

La ventaja de este proceso es que se aprovechan los restos orgánicos para crear una energía verde más limpia y renovable, ayudando a reducir la cantidad de residuos y a disminuir la contaminación y la huella de carbono.

El hidrógeno, por otro lado, lo obtenemos del proceso de electrólisis del agua. Mediante una corriente eléctrica, separamos la molécula de agua en hidrógeno y oxígeno. Si utilizamos electricidad de origen renovable, este hidrógeno será también renovable (hidrógeno verde). El hidrógeno puede mezclarse con biometano o con gas natural fósil, canalizarse a través de la red actual de gas y utilizarse como fuente de energía. Sus emisiones son vapor de agua, con lo que evitamos generar CO2 en los procesos de combustión.

¿Cómo puedes utilizar tu este gas verde en tu hogar?

Muy sencillo, exactamente de la misma manera que utilizas el gas natural: con tu caldera. La canalización de gas natural ya está preparada para introducir gases verdes próximamente, y podrás así calentar agua, cocinar o poner la calefacción, pero de una manera más sostenible y protectora con el medio ambiente. Además, no necesitarás hacer ningún cambio en tu instalación, porque tu caldera ya está preparada para los gases verdes que llegarán a través de la misma canalización de gas natural que llega a tu domicilio. ¡Pregunta a tu distribuidor y descubre cómo puedes contribuir a un futuro sostenible con tu caldera CaldeGreen!

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